Datos históricos
Desde el comienzo de la humanidad los hombres buscaron medios que perpetuaran su memoria. En los tiempos prehistóricos dibujaban en las paredes de las cavernas y grababan signos como marca de posesión en piedras y objetos.
Síntesis histórica.
El desarrollo de la escritura inicia desde el año 2500 A.C. cuando los sumerios comienzan a utilizar escritura cuneiforme para representar gráficamente su lenguaje . A medida que la sociedad se volvió más compleja, así también a la comunicación visual y a los pictogramas les comenzaron a dar significados diferentes y no sólo se limitaron a representar objetos cotidianos, sino que representaron pensamientos o acciones, volviéndose así ideogramas, con lo que da inicio la escritura.
De la escritura Cuneiforme siguen la Egipcia (Jeroglífica, Hierática y Demótica), la Proto-Indica, la de la Isla de Pascua, la Hitita, la Ugarita, la Fenicia, los alfabetos Griego y Latino, en este orden aproximadamente. Aunque algunas de éstas fueron casi contemporáneas, generalmente toman como base a su predecesora, perfeccionándola y adaptándola de acuerdo a sus necesidades.
Pero analicemos brevemente el alfabeto latino que rige un 70% de los alfabetos de todo el mundo, entre éstos el de nuestra lengua castellana. La escritura latina se forja en el desarrollo del imperio romano y es resultado de una mezcla de diferentes culturas, principalmente la griega, la romana y la hindú.
Cuando el alfabeto griego llega a manos de los romanos solamente está compuesto de consonantes mayúsculas y de algunas minúsculas griegas cursivas, carente de algunos signos de puntuación y de los números arábigos.
En este panorama la tecnología avanzó, el Internet hizo su aparición, la información electrónica comenzó a invadir al mundo y con ello un nuevo reto llegó para la tipografía. Pasar de un ambiente impreso a uno digital no es tarea fácil y menos cuando enfrentamos problemas como la decadencia de la cultura gráfica, la facilidad de acceso a la tecnología para procesos gráficos (programas de diseño gráfico) y la superioridad de avances tecnológicos sobre los estudios de tipografía aplicada a los medios electrónicos; por mencionar sólo algunos de los problemas a resolver.
Las tipografías se clasifican a través de estilos por su forma y también por el momento en el que fueron diseñadas.
Clasificación Histórica
Los primeros tipos móviles creados por Johannes Gutenberg, imitaban la escritura manuscrita de la Edad Media. Por esta razón no es de extrañar, que los primeros tipos que comenzaron a fundirse fueran la letra gótica o fraktur en Alemania y la humanística o romana (también llamada Veneciana) en Italia. La evolución del diseño tipográfico ha permitido establecer una clasificación de las tipografías por estilos generalmente vinculados con las épocas en las que fueron creadas las familias tipográficas.
Humanístico o Veneciano
Se conoce con este nombre a aquellos primeros tipos creados en Italia, poco después de ser inventada la imprenta; imitaban la caligrafía italiana de la época. Así mismo se llaman humanísticas aquellas tipografías que sin ser de esta época (siglo XV) están inspiradas en ellas.
El tipo Sans Serif está basado en las proporciones de las romanas. Las mayúsculas inscripcionales y el diseño de caja baja de las romanas de los siglos XV-XVI. No son monolíneas y son una versión de la romana pero sin serifs. Algunos ejemplos de estos tipos: Gill Sans, Stone Sans, Optima.
Edward Johston, calígrafo de la época, con su creación en el tipo de Palo Seco para el Metro de Londres en 1916 significó un gran paso en lo referente a las características habituales hasta entonces presentes en estos tipos.
Antiguos o Romanos
Históricamente se denominan tipos antiguos a los que empleó Aldo Manucio en su imprenta veneciana a partir de 1495 y todos aquellos que se han confeccionado después pero tienen influencia de estos o son adaptaciones posteriores. Al igual que las tipografías humanísticas, tienen una gran influencia caligráfica pero son más refinados, debido a que los talladores de matrices habían adquirido más destreza en la confección de las piezas tipográficas.
De transición o Reales
Llamados así por que no se ajustan con exactitud ni al aspecto formal de los tipos antiguos ni al de los que posteriormente se realizarían a partir del último cuarto del siglo XVIII, llamados Modernos. Fueron creados en Francia y en Inglaterra tras doscientos años de uso de los antiguos.
Modernas
En 1784 Firmin Didot creó el primer tipo moderno. Este poseía caracteres formales tales como una profunda modulación y contraste entre los trazos y unos remates nítidos que en otra época no hubiesen podido tallar. Este estilo fue mejorado con la creación del italiano Bodoni y fue empleado como texto corrido hasta principios del siglo XIX.
Egipcias
Son aquellos de grandes remates. También llamadas tipografías mecanas, exageran los remates de las modernas produciendo un impactante aspecto. Estos tipos se caracterizan por su estructura monolineal y rasgos achatados, el serif es casi del mismo grosor que los bastones de las letras. Se crearon a principios del siglo XIX.
Palo seco o Sans-serif
Aquellos que no disponen de remates. No se podría establecer una fecha en la que aparezcan los primeros puesto que en algunos catálogos aparecían letras de caja alta sin remates ya en el XIX.
Clasificación por forma (Serif / Sans-serif)
Ejemplo de una tipografía de palo seco o sans-serif
Una forma de clasificar las letras es según tengan o no «serifas». Se entiende por
serifas, o
remates, las pequeñas líneas que se encuentran en las terminaciones de las letras, principalmente en los trazos verticales o diagonales. La utilidad de las serifas es facilitar la lectura, ya que estas crean en el ojo la ilusión de una línea horizontal por la que se desplaza la vista al leer.
Las letras sin serifas o de palo seco, son aquellas que no llevan ningún tipo de terminación; por lo general son consideradas inadecuadas para un texto largo ya que la lectura resulta incómoda pues existe una tendencia visual a identificar este tipo de letras como una sucesión de palos verticales consecutivos.
Por esta razón, las letras con serifas (llamadas también romanas) se utilizan en los periódicos, revistas y libros, así como en publicaciones que contienen textos extensos. Las letras sin serifas o palo seco son usadas en titulares, rótulos, anuncios y publicaciones con textos cortos. Ante la aparición de los medios electrónicos, las letras de palo seco se han convertido también en el estándar para la edición en la web y los formatos electrónicos ya que por la baja resolución de los monitores las serifas terminan distorsionando la fuente. Esto se debe a que las curvas pequeñas son muy difíciles de reproducir en los píxeles de la pantalla